¿Alguna vez has terminado de pintarte las uñas y has sentido que algo falta, pero no estás segura de qué es? ¡No estás sola! Muchas personas subestiman la importancia del último paso en tu mani: el top coat. Si eres de las que se saltan este paso por pereza, falta de tiempo o simplemente porque no sabes bien para qué sirve, este artículo es para ti. Vamos a explorar por qué necesitas ese último toque mágico y qué pasa si lo omites.
Te prometo que después de leer esto, no volverás a dejar de lado el top coat en tu rutina de manicura. ¡Tus uñas te lo agradecerán! Sigue leyendo para descubrir todas las consecuencias, ventajas y consejos sobre el uso del top coat.
¿Qué es el top coat y para qué sirve?
Vamos al grano. El top coat es un esmalte transparente que se aplica como última capa después de pintarte las uñas. Su trabajo principal es proteger el esmalte de color que has aplicado, proporcionando un acabado más duradero y brillante. Viene en varias versiones como el de acabado brillante, mate y con efecto de secado rápido.
El top coat es como el escudo protector de tu manicura. Ayuda a prevenir el desgaste del esmalte, protege tus uñas de astillarse y les otorga un brillo que hace que se vean como recién salidas del salón por más tiempo. Pero, ¿qué pasa cuando decides saltarte este paso? Así es, desastre total.
Desgaste rápido del esmalte
Para empezar, sin top coat, el esmalte de uñas tiende a desgastarse mucho más rápido. Piensa en todo lo que haces con tus manos a diario: lavar los platos, escribir en el teclado, abrir latas… ¡la lista es interminable! Todas estas actividades pueden causar que el esmalte se desgaste en un par de días (o incluso horas) si no cuenta con esa capa protectora.
El top coat crea una barrera entre el esmalte de color y el mundo exterior, extendiendo la vida útil de tu manicura. Sin él, podrías verte retocando y repintando tus uñas constantemente, lo cual puede llegar a ser bastante tedioso.
Falta de brillo y aspecto opaco
Una de las mayores ventajas de usar top coat es que otorga a las uñas un brillo espectacular que hace que se vean frescas y pulidas. Cuando no lo usas, el esmalte puede perder ese brillo rápidamente, dejándote con uñas que se ven opacas y menos atractivas.
Incluso los esmaltes más brillosos pueden perder su lustre en cuestión de días si no están sellados con un top coat. Así que si quieres que tus uñas mantengan ese brillo deslumbrante, no te olvides de tu top coat.
Mayor susceptibilidad al astillado y ruptura
¿Odias cuando tus uñas se astillan justo después de pintarlas? ¡A todas nos pasa! Sin el top coat, la posibilidad de astillado y ruptura es mucho mayor. La capa transparente y protectora ayuda a reforzar la dureza del esmalte, minimizando los riesgos de que se astille o se rompa con facilidad.
Imagina pasar una hora pintándote las uñas solo para que comiencen a romperse al día siguiente. Sí, un top coat bien aplicado podría ahorrarte todo ese dolor de cabeza.
Tiempo de secado prolongado
Odiamos tener que esperar, ¿verdad? La paciencia no es una virtud cuando se trata de esperar a que el esmalte se seque. Aunque no lo creas, el top coat puede ayudarte con esto. Los top coats de secado rápido son mágicos y pueden reducir considerablemente el tiempo que pasa hasta que tu manicura esté completamente seca.
Sin un top coat, corres el riesgo de arruinar tu manicura por accidente al creer que está seca cuando no lo está. Así que, si quieres poder usar tus manos más rápido después de pintarlas, no te saltes este paso.
Menos resistencia al agua y otros líquidos
El top coat también actúa como una barrera contra el agua y otros líquidos. Cuando no lo usas, tus uñas son más susceptibles a daños causados por cosas tan simples como lavar tus manos o hacer tareas domésticas.
El esmalte de uñas tiende a ablandarse y desgastarse con el contacto frecuente con el agua, lo que puede hacer que tu manicura se desmorone antes de tiempo. Al utilizar un top coat, le das a tu esmalte esa resistencia extra para sobrevivir en el mundo real.
Beneficios adicionales del top coat
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Algunos top coats vienen con beneficios adicionales como protección UV para evitar que el color se desvanezca, y fórmulas enriquecidas que pueden fortalecer tus uñas. Hay incluso top coats hechos específicamente para superficies texturizadas, lo que añade más versatilidad a tu arsenal de manicura.
Estos «superhéroes» en botella no solo prolongan la vida de tu esmalte sino que también te ayudan a mantener tus uñas en mejor estado en general.
Cómo elegir el top coat adecuado para ti
No todos los top coats son iguales, y elegir el adecuado puede hacer una gran diferencia. Aquí tienes algunos aspectos a considerar:
- Brillo: Si te encanta el acabado brillante, busca un top coat que ofrezca un alto nivel de brillo.
- Secado rápido: Si tienes poca paciencia, opta por un top coat de secado rápido.
- Protección UV: Perfecto para evitar que el esmalte se desvanezca bajo el sol.
- Fortalecedor: Si tienes uñas débiles, un top coat con fortalecedor puede ser tu mejor aliado.
- Efecto mate: Si prefieres un look más moderno y discreto, elige uno con acabado mate.
Consejos para aplicar el top coat correctamente
- Asegúrate de que el esmalte de color esté completamente seco. Aplicar top coat sobre un esmalte húmedo puede causar burbujas y otros problemas.
- Aplica una capa delgada y uniforme. No necesitas mucho producto, solo una capa fina para cubrir tus uñas.
- Sella los bordes de la uña. Esto ayuda a prevenir que el esmalte se astille.
- Deja secar completamente. Aunque sea un top coat de secado rápido, dale unos minutos para asegurarte de que esté completamente seco antes de usar tus manos.
- Reaplica cada pocos días. Para mantener tu manicura, puedes aplicar una nueva capa de top coat cada 2-3 días.